22 mar 2010

Valientes en la ficción, pero ausentes en la previa


Dieron el "ok" para jugar un partido de fútbol a beneficio y a último momento lo suspendieron. Iban a dar una conferencia de prensa y nada. Sólo cumplieron arriba del escenario.

Cuando salieron a despedirse Martínez, Heredia y Castro todas las fanáticas bahienses se agolparon contra el escenario y estiraron sus brazos. Con sonrisa de publicidad de pasta dental y facha propia de Antonio Banderas las saludaban y les tocaban las manos sin arriesgar demasiado.
La comedia, muy livianita de argumento, pasó y dejó lo que tenía que dejar: a ellas felices por ver a sus tres esculturales "Valientes" a pocos metros de distancia.
Hubo guiños constantes a la trama de la novela y algunos a Bahía Blanca (cuando Leo entró picando una pelota de básquet dijo que se la había regalado Manu Ginóbili y cuando amenazó de muerte a Huevo le dijo que iba a morir en esta ciudad).
El trío exhibió su físico como si fueran vedettes de teatro de revista, casi hasta el desnudo (hubo momentos que sólo tenían boxer) lo que generó el grito constante de la platea. Todas contentas.
No crean que estuvo lleno. El club Estudiantes lució varios huecos en la función del sábado. Muchos más el domingo.
¿En qué quedamos?
Estaba todo listo para que se dispute un partido a beneficio de los afectados por el terremoto en Chile entre los actores de Valientes , periodistas locales, nuestro intendente y "gente conocida de la ciudad". Se iba a jugar en el Carminatti y la entrada consistiría en pañales, leche o agua.
Se esperaba una fiesta.
Los actores habían dado el "ok", pero de repente todo se frustró.
Días antes Luciano Castro había vertido su opinión en una entrevista concedida a la colega Gema Gallardo Accardi del diario Uno de Mendoza, para el suplemento "Escenario".
"Este es un país de vivos y yo no voy a jugar a beneficio de un vivo. Lo que necesita Chile es pañales, agua y leche. Nada más. Me dijeron que iba a estar no sé quién de Bahía y después iban a pasar una alcancía para que la gente colabore. Soy bastante desconfiado", decía Castro.
Y continuaba: "Yo si es por agua, pañales y leche juego siete partidos para ayudar a los hermanos chilenos", concluyó.
Una vez que llegó a Bahía la excusa fue otra: "No podemos porque el contrato nos lo impide".
¿En qué quedamos?
Otra de las promesas incumplidas fue la conferencia de prensa pautada para las 10.30 del sábado en el Hotel Argos. Parece que no tenían ganas de dar explicaciones.
Lo cierto es que muchos bahienses dedicaron parte de su tiempo a organizar el partido y la conferencia de prensa, entre ellos gente de la Municipalidad y de la productora de espectáculos local. No recibieron ni las disculpas.
Franco Pignol/"La Nueva Provincia" (Gracias Javier)

1 comentarios:

Gracias por hacerlo publico!!!.. la verdad que valia la pena publicarlo!!!... gracias por escucharme!!!!...suerte!..
Javier.

Publicar un comentario

Deja tu comentario. No hacer SPAM ni INSULTAR! Gracias!